Subo esta noticia de Patricia Marcos porque me parece relevante. El derecho al voto de las personas con discapacidad o diversidad funcional, como queráis. En ella se refleja como un derecho de cualquier ciudadano/a ha sido prohibido hasta hace muy poco tiempo. Espero que os resulte interesante.
La recuperación del
voto de las personas con discapacidad: "Fue una victoria, pero las
condiciones todavía no son las adecuadas"
PATRICIA MARCOS
NOTICIA26.05.2023 -
Plena Inclusión denuncia la falta de medidas de
accesibilidad cognitiva y apoyos en los procesos electorales.
"Una cosa es que te reconozcan un derecho y otra que
existan las condiciones para su ejercicio efectivo y real".
Así es el nuevo sistema de señalización en las elecciones
del 28M para personas con discapacidad cognitiva.
Todas las personas con discapacidad mayores de 18 años
acudirán a las urnas este 28M. Pero lo que parece una obviedad, no lo era hasta
hace casi 5 años, cuando unas 100.000 personas incapacitadas judicialmente
tenían privado su derecho al voto. Con la reforma, en 2018, de la Ley Orgánica
del Régimen Electoral General (LOREG), pudieron ejercerlo en las pasadas
elecciones generales de 2019, muchos por primera vez. No obstante, las
entidades asociativas denuncian la falta de accesibilidad y medidas de apoyo para
hacer realmente efectivo este derecho de sufragio.
Una prueba no estandarizada ni adaptada
Las personas con discapacidad que eran incapacitadas por un
juez eran sometidas a un proceso judicial para determinar si tenían, en teoría,
la 'capacidad' de ejercer su derecho al sufragio. "Muchas veces, en los
propios procesos de incapacitación o de modificación de la capacidad de obrar,
se les hacía una serie de preguntas y, si se consideraba, se les privaba de
este derecho al voto en la propia sentencia", explica Inés de Araoz,
coordinadora del Área de Jurídica de Plena Inclusión.
Es difícil dibujar un perfil de persona que era privada de
su derecho de sufragio aunque, por lo general, se trataba de discapacidades
intelectuales con "problemas de comprensión y comunicación", al
considerarse que "no iban a entender y no tenían capacidad para tomar
decisiones". Pero también encontramos a personas con dificultades para
comunicarse, aunque no tengan problemas de comprensión, como es el caso de
algunas parálisis cerebrales.
Un largo proceso de reivindicación social
La reforma de la LOREG vino motivada por distintas razones.
Una de ellas fue la aprobación, en 2006, de la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta convención, que llegó tras
años de trabajo de diversos actores, dice en su artículo 19 que los Estados
Parte se comprometen a asegurar que "las personas con discapacidad puedan
participar plena y efectivamente en la vida política y pública en igualdad de
condiciones con las demás, directamente o a través de representantes libremente
elegidos, incluidos el derecho y la posibilidad de las personas con
discapacidad a votar y ser elegidas".
La adecuación a esta convención, que adoptó España en 2008, sumado a un largo proceso de reivindicación promovido por el movimiento social de la discapacidad, desde entidades como el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) o Plena Inclusión, llevó a la aprobación de esta reforma, el 21 de noviembre de 2018, por unanimidad en el Pleno del Senado. En palabras de los senadores, suponía una "nueva conquista" en derechos para las personas con discapacidad que no podía "quedarse aquí" ya que aún "quedaba un largo camino por recorrer para alcanzar la plena inclusión social de este colectivo".
"Durante muchos años hubo multiplicidad de actuaciones hasta que se consiguió que se planteara la reforma de la ley. Se hizo también mucha sensibilización con personas con discapacidad intelectual que daban su testimonio", explica Araoz. Desde Plena Inclusión, además, impulsaron la web ‘Mi Voto Cuenta’, desde donde, entre otras acciones, "reivindicamos el derecho al voto, facilitamos los procedimientos electorales o aportamos testimonios".
La reforma de la ley
Desde ese momento, se suprimían los apartados b y c del
artículo 3 de la LOREG, por los que se establecía que las personas declaradas
"incapaces" por sentencia judicial carecían de derecho de sufragio.
De esta forma, la norma ahora dice que "toda persona podrá ejercer su
derecho de sufragio activo, consciente, libre y voluntariamente, cualquiera que
sea su forma de comunicarlo y con los medios de apoyo que requiera" y solo
estarán privados de este derecho "las personas condenadas por sentencia
firme a la pena principal o accesoria de privación del derecho al
sufragio".
Por tanto, desde 2018, todas las personas con discapacidad pueden votar sin excepción. No obstante, desde Plena Inclusión aseguran estar en contra de la enmienda transaccional por la que se introduce el texto "de forma libre consciente y voluntaria". "Fomenta una discriminación indirecta por los estereotipos y prejuicios que existen sobre que las personas con discapacidad no pueden tomar decisiones de forma consciente y voluntaria". De esta forma, explica Araoz, "cuando se considere que una persona no está ejerciendo el voto de forma libre, consciente y voluntaria se apuntará su DNI, pero no dicen para qué ni quién hace este juicio de capacidad". Aunque desde la entidad no tienen constancia de si se ha privado del derecho al voto a alguna persona en las anteriores elecciones por este motivo, aseguran que este año se van a recoger datos.
Por otro lado, la aprobación de la Ley 8/2021, que eliminó la incapacitación judicial, no influyó en el derecho al voto, recuperado ya hacía tres años, pero confirmó y reforzó la reforma de la LOREG al determinar que "cualquier resolución judicial que tenga relación con el ejercicio de la capacidad jurídica no podrá privar de derechos personales", incluido el derecho al voto, "un derecho personalísimo, que nadie puede ejercerlo en tu sustitución", explica Araoz.
La reforma de la LOREG supuso un avance muy importante para
la plena inclusión social de las personas con discapacidad, destaca Araoz:
"Eran ciudadanos de segunda porque un derecho que te genera ciudadanía,
como es participar política y socialmente, se les denegaba. Esta reforma les
equipara al resto de ciudadanos y les da la posibilidad de participar en las
decisiones políticas e incluso en partidos políticos como personas
elegibles". Tal y como aseguran desde Plena Inclusión, "para las personas
con discapacidad es un derecho muy importante poder votar. Muchas, muy
interesadas en la vida política, eran muy conscientes de que no tenían ese
derecho y cuestionaban el por qué no podían votar".
Una cosa es que te reconozcan un derecho y otra que existan las condiciones para el ejercicio efectivo y real de ese derecho Según señala, aunque se están haciendo avances en accesibilidad cognitiva, se debería mejorar en aspectos como que "la información que te llegue del censo electoral sea accesible y comprensible". También, apunta, es necesario "tener acceso a la información electoral de los partidos en diversos formatos como lectura fácil; los mítines o debates electorales deberían tener también una parte accesible; las papeletas electorales tendrían que ser accesibles a las personas con dificultades de comprensión...", ejemplifica.
Con el objetivo de que la decisión del voto sea personal e
intransferible, la persona con discapacidad debe contar con los apoyos
necesarios. "Lo ideal es poderlo hacer autónomamente porque las
condiciones así te lo permitan, para evitar un riesgo en esa independencia en
la votación", señala Araoz, salvo "en determinadas excepciones en las
que, por la discapacidad, requieran del apoyo de una tercera persona".
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